01 julio, 2006

...y nos vamos!

" Pero qué diferentes de los que él había imaginado eran los sentimientos que le inspiraba aquel pequeño ser! En lugar de la alegría prevista, Lievin no experimentaba más que una angustiosa piedad. De allí en adelante habría en su vida un nuevo punto vulnerable. Y el temor de ver sufrir a aquella pequeña criatura indefensa, le impidió notar el movimiento de necio orgullo que se le había escapado al oírla estornudar!
(...)
Entonces Lievin comprendió claramente, por primera vez, lo que no había podido captar bien después de la bendición nupcial: que el límite que les separaba era intangible, y que nunca podría saber dónde comenzaba y dónde terminaba su propia personalidad. Aquella riña le produjo un doloroso sentimiento de escisión interior. A punto de ofuscarse, comprendió enseguida que Kiti no podía ofenderle de ninguna manera, desde el momento que ella formaba parte de su propio yo."


León Tolstoi
(Rusia, 1828-1910)
Ana Karenina (fragmento)




Reformularse la realidad a cada momento.

Como mirar los pasajes de un cerro porteño por primera vez.

Esos que suelen estar ocultos por su misma disposición
y que parecen guardar un secreto en cada elemento.

Sumar perspectivas como espejismos intimos.

1 comentario:

Victoria dijo...

Que bello! y que bien elegido!....Tienes el libro? préstamelo ya? me encantaría volver a leerlo....Yo tengo otros de Tolstoi para hacer cambalache

span.fullpost {display:inline;}